INVITADO DE HONOR


FERNANDO BERMÚDEZ
foto: Ami Wachtmeister

La biografía es un género mezquino: lo que en rigor queremos saber del protagonista suele estar ausente y todo tiende a resolverse en exterioridades y conjeturas. Como sea, puedo decir que nací en Buenos Aires en 1962, un día entre Navidad y Año Nuevo, lo que seguramente le arruinó las fiestas a mi madre y tiznó para siempre mis cumpleaños de un matiz público, social. Que luego Carlos Menem haya dictado el indulto a los militares genocidas argentinos justo ese día empeoró las cosas de modo considerable, pero no ha logrado que desista de recordar mi verdadera escena primaria con un brindis ritual. Asisto impuntualmente al gimnasio, me enamoré para siempre en 1994 y trato de no perder la perspectiva de hijo cuando soy padre.

Por alguna razón, quisiera creer que literaria, me otorgaron el Premio Julio Cortázar en Argentina en 1994 y el Juan Rulfo en París en 1997.

Soy rabiosamente monolingüe para la ficción, creo que solo desde el propio idioma se puede hacer una lengua literaria. Las excepciones, como los lugares comunes, están ahí para confirmar la regla. Y una frase del uruguayo Leo Maslíah, que me parece central para analizar cualquier exilio o despedida: No te olvides que si te vas del todo entrás a la nada.

Debe estar diseñado de perseverancias el sistema interno innato de la piedra
aquello que implica la condición de sus durezas
su forma sólida de ser
la resistencia que suele mantenerle a la mirada para que no se entrometa en sus fueros internos
la precisión con que establece su límite
la manera de persistir en su apariencia aun en los ahogos de lo oscuro cuando las cosas a su propio pesar se desdibujan

Sin embargo la ley de tanto en tanto avasalla su paisaje

Es sin duda la música discurso privativo de la piedra
la arquitectura solamente el ejercicio de su condición sinfónica
(no en vano aprende el aire su silbido cuando oprime los costados de las cosas en conducta de viento)
La piedra concibe su propio mecanismo de sonido
no es casual
que las iglesias asombren con su estirpe de canto gregoriano
o la pretensión de alcanzar el do de pecho que suelen ostentar algunos edificios
o la apariencia de canción popular de las casas de pobre
o que las ruinas de Holmberg den esa impresión de grito de protesta

¿No es el canto rodado uno de sus modos de ser?

No se puede perdonar nuestra insistencia en el caracol y su vestigio calcáreo
que suena sólo porque es piedra piadosa del material tan frágil que la habita
cuando en cambio debiéramos prestar atención a toda su mecánica
acercar el oído a cada piedra
a las paredes por ejemplo acumuladas de palabras de cariño acaudaladas henchidas de las pequeñas voces del secreto
(¿o no se sabe acaso que las paredes oyen?)
acercar el oído a cada cosa que sin excepción es piedra en trámite de metamorfosis
el plomo ella propia abultada de pesares
el oro piedra filosofal
el fuego una lava sutil con vocación de altura
¿qué es una llanura sino una profunda falta de su esencia?
¿no es el mar conciencia líquida de su fondo de piedra?

¿Y por qué no habrían de matarte a vos
Fernando, por qué no a vos,
que hiciste
cosas más terribles que cualquiera de los otros?

¿Por qué no a vos, si a Romero, por ejemplo,
lo mataron
de cáncer de garganta,
por el simple delito de no dejar de fumar aquellos
cigarrillos que ellos mismos inventaron
con el único objeto de vender más tabaco?
Y vos que pensabas que la voz ronca era una huella de misterio
y sin embargo era una condena de muerte.

¿Por qué no a vos si
por poner un caso
a tu padre
también lo asesinaron de cáncer
y lo hicieron sufrir hasta ese límite
en el que sus propios parientes
hacían conjeturas sobre casi cualquier parte de su cuerpo
y en el momento en el que se estaba yendo
en un terrible vómito del alma
hablaban de él como si no estuviera?
Vos que pensabas que eso era la muerte
y sin embargo era una sesión de tortura.

También a vos van a matarte
y vas a ver que será pronto.

¿Por qué a vos no
si de un plumazo
se deshacen de cientos de personas
y caratulan el hecho como accidente aéreo
o erupción de volcán
o lamentable episodio?

Vos creíste una vez en las cadenas de casualidades.
Que nadie más te oculte el asesinato de inocentes.
Y que te maten a vos
que hiciste cosas más terribles que los otros.

José Luis
entonces
que están matándolo de sida
y que encima le dicen que no puede delatar
a su asesino.
Le imponen el silencio y eso es lo más bajo
que podían hacer,
y lo hacen.
El creía permanentemente en la sonrisa
lo cual es delito suficiente
al parecer.

A uno le borran las ganas de vivir con tanta muerte.
Esta puta vida que precisa una fila de poetas
para convencernos
de lo bella que es.
Me es necesaria una muerte sustituta
para morirme una vez más y verme agonizando en la primera.

A Alberto Mizraje
le clavaron un bisturí en el corazón
y después dijeron que no había nada que hacer,
como si alguien pudiera sobrevivir a semejante atropello.
A vos se te incendiaron los ojos
con las llamas del llanto
y te era tan difícil respirar
seguro que te habían robado el aire
hasta eso hacen.

Después fue cosa de unas paladas de tierra
para ocultar el crimen
y rasgarse en un salón las vestiduras frente a toda una gama de testigos
y así evitar cualquier sospecha

Dos estatuas hacen el amor en el segundo estante de la biblioteca
Justo arriba de las obras completas de Edgard Allan Poe
Yo las miro absorto en nuestra inmovilidad recíproca
y a desgano les permito un momento de privacidad a dos pudorosos metros de distancia
Me urge plantearles un par de cuestiones importantes
Por ejemplo en qué bar en qué café en qué ocasión en qué paréntesis
puede una estatua conocer de una vez a otra y para siempre
y abrazarla así de esa manera
e invitarla a la madera mutua
En qué bar en qué ocasión en qué desquicio
deciden hacer el amor hasta que el fin del mundo las separe
como si no hubiese otro quehacer
Me siento y abro un libro y les doy el tiempo necesario
para que vuelvan a la normalidad se vistan hablen de algo
miren televisión se desvanezcan
Para que ella o él comience una disputa y él le recrimine viejas fallas y que ella las tenga
Para que ella lo abandone o lo maltrate o lo padezca
Para que él se comporte como nunca pensó que podría hacerlo
Leo una página más y otra y otra
Y levanto la vista y justo arriba
de las obras completas de Poe
el amor lo siguen haciendo dos estatuas

Aurora Gasull